17 may. 2014

Informe N° 01-JLCG-FUCKINGVIDA-2013

Estimada Srta. Ph.D. E.:

Me es grato saludarle y comunicarle que esta es una sombría vez más que escribo, solo para entrar en un proceso catártico, por la cotidiana careta que llevo puesta a todos lados y en casi todo momento, para que todos sepan que sí, que ando perfecta, todo bien. Aunque no sea así.

Crecer es duro, sobre todo porque la comodidad de pensar que la gente es buena y que nadie puede hacerte daño se esfuma de a pocos y catastróficamente se derrumba todo lo conocido y un imaginario incauto fomentado por la inocencia de lo poco que se ha vivido, sin embargo, no la vida, sino la gente, las situaciones y hasta los animales se vuelven reales y salvajes, sino porqué existen las vacunas contra la rabia, ¿cierto?.

En fin, el motivo de la presente, no es para desmentirme, ni mucho menos dar pena, por confirmar una vez más que mi vida no es la mejor (tampoco la peor) pero apenas y aguanto (no sé como) la supervivencia de la maldad, la miseria, la traición, el desgano, la intransigencia de la confianza, la decepción y sobre todo la soledad, que me anda acompañando hace casi 12 meses (mismo periodo de prácticas).

Sobre esto último, mencionarle que se han hecho diversas coordinaciones con agentes externos, extraños, mitómanos, mujeriegos, pendejos, inmaduros, lo-que-pasó-pasó, calientaovarios y consultores especializados para solucionar la situación con la señorita en cuestión, sin llegar a una negociación fructuosa para ambas partes, lo que me lleva a pensar en que debería pedir un aumento de sueldo por parte de la vida por aguantar tanta mierda de gente junta que no es compatible al perfil requerido dada la falta de sinceridad y sentimientos.

Con el fin de regularizar la situación de mierda, se ha procedido a adaptar nuestro sistema a Soledad y empezar a experimentar con sujetos conocidos, demasiado conocidos para nuestro gusto, prácticas de afecto casuales que terminaron por agravar la situación, extendiéndolo a nivel gobierno central, regional, local y casi sentimental, respecto a lo ultimo mencionado, fue algo pasajero y un efecto colateral por las creencias arraigadas de la teoría del príncipe azul de Disney, y por haber contado anteriormente por un periodo de cinco años con un consultor especialista pero con un rendimiento progresivamente bajo.

Sin otro particular, me despido de usted con sentimientos encontrados pero siempre considerándole,
Atentamente,

J.

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