18 dic. 2017

Lindo recuerdo aleccionador

Empezar a olvidarte antes de tenerte

Así es.
Debería empezar a olvidarte antes de tenerte, porque no existe un nosotros.
No existe entre nosotros igualdad de condiciones, porque las reglas del juego las diseñamos a perdedor y antes de que creas que tu perderás, soy yo la que pierde más, en realidad, porque te pierdo todos los días, porque sólo eres platónico, porque me perdí el respeto y sigo aquí contigo y conmigo.

Probablemente no sepas el efecto que causas en mí, pero eres una especie de catalizador de emociones desconocidas y bueno, me tienes completamente en tus manos, así que adelante, mueve los hilos porque sé que sabes que te lo permito.

Debo olvidarte, ¿ya te lo dije no? Porque no te odio, porque no quiero abandonarte, porque no quiero dejar de besarte, abrazarte ni hacer el amor, cuando sea, donde sea, como quieras y hasta que no puedas más.

Sí, definitivamente debo olvidarte. Debo dejar que escojas una vez mas lo que ya habías escogido, dejar que te quedes con quien haces feliz, dejar de darte preocupaciones e interrogantes, dejar de darte problemas y motivos para mentirle a otros, dejar que continúes el camino que tenías trazado y lo más importante para mí: Dejar de inflar ese ego.

Debo olvidarte porque creí que podías quererme pero eso no está sucediendo. 
Tienes razón, nadie puede quedarse sin su brazo derecho y está bien, es lo más racional, ¿quién querría perder a su socio sentimental por una chibola insegura?

Podría enumerar miles de motivos para quedarme contigo y dejarme de huevadas con esto de olvidarte, pero me doy cuenta de que todos no sirven una mierda porque tu nunca vas a enamorarte de mi, como yo lo estoy de ti, capitán. Mientras tu quieres tocarme, yo solo quiero que me quieras aunque sea una parte de lo que yo te estoy queriendo, pero eso, en este juego, no es para los perdedores. Las reglas deben respetarse.

Pienso tanto en ti, te extraño tanto, quiero tenerte para mi, pero te comparto desde siempre y he sido cruel conmigo misma. Este es mi momento de debilidad, ignóralo.

Empezar a olvidarte antes de tenerte, antes de tocarte, antes de envolverme, antes de incrustarme, enredarme, besarte, arañarte y hablar de amor en tu oreja extraña, antes de lanzarme sin miedo y perder lo único que no he podido darte y, sobre todo, antes de llorar discretamente al lado tuyo.

--

Es tiempo de usar métodos para dejar volar ese lindo recuerdo aleccionador de la vida y el desamor, para ser libre.